La calma caracteriza a Samir Assaf. Su voz la transmite siempre, en las victorias y en las (pocas) derrotas sufridas en el Campeonato Argentino de rally. El monterizo acelera al máximo en los caminos de tierra, pero no se excede nunca en su ritmo vocal, por más que exprese conceptos duros. Por ejemplo: “Tucumán me ha dado la espalda”. El tono siguió en la frecuencia de la calma, pero la tristeza sí se adueñó del diálogo que mantuvo con LG Deportiva.
Tras dos temporadas en la máxima categoría del país, Assaf exhibió un desempeño casi impecable. En el primer año fue campeón de la Clase 9 y en el segundo, subcampeón de la 3. Pese a ello, Assaf no conmovió lo suficiente a los posibles patrocinadores. Cuando falta poco más de una semana para la primera fecha en San Luis, su participación es una incógnita.
- ¿Todo es cuesta arriba?
- El objetivo de estos dos años era conseguir buenos resultados para obtener el apoyo publicitario, pero Tucumán me ha dado la espalda. Me siento desilusionado después de haber hecho tanto.
- ¿No lograste sumar patrocinadores nuevos?
- Se bajaron, incluso. Hablé con muchas personas que quedaron en confirmar, pero estamos a una semana de la carrera y no creo que pase nada. El intendente de Monteros me apoya, pero no le puedo exigir más allá de los límites.
- ¿Cuál es tu plan del año?
- Hablé con varios equipos para alquilar un auto durante toda la temporada. Los autos están, pero la plata no, y no tiene sentido que siga poniendo plata de mi propio bolsillo.
- ¿Seguís en la misma clase?
- No y tampoco quiero bajar de clase. Los equipos con los que hablé para manejar un Maxi Rally son el Tango, el Baratec y el VRS. Todos me pasaron el presupuesto, pero hay que juntar el dinero para cubrir los gastos.
- ¿Te vas a dar por vencido?
- Voy a trabajar para volver. Me dediqué la mitad de mi vida a correr, a perfeccionarme y, por lo bien que me fue, sería una lástima que tenga que dejar.